lunes, octubre 02, 2006

Agradece que no eres tú.



Para celebrar la vida, hay que contraponerla a la muerte. La muerte está garantizada para todos, y nunca alguien ha vuelto del más allá para platicarnos sobre lo que nos espera (o lo que NO nos espera).

Por eso yo les sugiero celebrar que están vivos. Ante la ignorancia de lo que sigue, lo que tenemos hoy día es lo más valioso.

Por otra parte, perdámosle el miedo a la muerte, que en cualquier caso nos va a alcanzar, más pronto que tarde. Recuérdese que las enfermedades, el sufrimiento, el dolor, la agonía y la expiración pertenecen todas a este lado de la frontera, así que no se las achaquemos a la muerte, que por el contrario aliviará nuestras penas últimas y nos reivindicará por cualquier cosa buena o mala que hayamos hecho.

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