martes, enero 24, 2012

PEÑA NIETO "EL GOLDEN BOY DEL ESTADO DE MÉXICO" Por Denisse Dresser.

PEÑA NIETO "EL GOLDEN BOY DEL ESTADO DE MÉXICO"
Por Denisse Dresser.

El copete acicalado. La sonrisa diamantina. La novia famosa.. El Gobierno dadivoso. La publicidad omnipresente. La pantalla alquilada. La alianza del guapo y los corruptos. Los componentes centrales del modelo de competencia política que el PRI construye y con el cual logra ganar. Los ingredientes fundamentales de la estrategia que el PRI despliega y con la cual logra arrasar.

Una ecuación cuidada, perfectamente planeada: cara bonita + dinero + televisoras + publicidad +PRI dinosáurico = triunfo electoral. Una fórmula concebida en el Estado de México y ahora instrumentada exitosamente a nivel nacional. Una fórmula patentada por los artífices de la "experiencia probada", en busca de algo que puedan vender como "nueva actitud". El modelo bombón. El modelo "Golden Boy". El modelo Peña Nieto.

Con resultados a la vista y confirmados en esta elección. Distrito tras Distrito, Presidencia municipal tras Presidencia municipal, Diputación tras Diputación, Estado tras Estado. Corredores azules que se vuelven tricolores; bastiones panistas que pasan a manos priistas; territorios del PRD que dejan de serlo. Guadalajara y Zapopan y Cuernavaca y Toluca y Ecatepec y Tlalnepantla y Atizapán y Naucalpan. Tan sólo en el Estado de México, el triunfo en 40 de 45 distritos electorales.

El PRI, beneficiario del voto de castigo por una economía que se contrae más del 7 por ciento. El PRI, beneficiario de la inseguridad que la popularidad presidencial no logra remediar. El PRI, beneficiario de un PRD que se devora a sí mismo y un PAN que se traiciona a sí mismo. Pero más importante aún, el PRI beneficiario de la mejor inversión que ha hecho en tiempos recientes: la campaña publicitaria permanente que lleva a miles de mujeres a exclamar -en mítines de campaña-

"Peña Nieto bombón, te quiero en mi colchón".

El "Astro Boy de Atlacomulco", una criatura concebida por la dinastía política más importante del País que ahora busca dominarlo de nuevo. El político Potemkin, producto de un entramado de intereses políticos y empresariales que combina la modernidad mediática para llegar al poder, con los viejos métodos para ejercerlo.

El mexiquense metrosexual construido con carretadas de dinero: por lo menos 3 mil 500 millones de pesos en cuatro años de autopromoción mediática descritos por Jenaro Villamil en su nuevo libro "Si yo fuera presidente: el reality show de Peña Nieto". El posible candidato presidencial, seleccionado, asesorado y adiestrado por personajes como Arturo Montiel y Alfredo del Mazo y Carlos Salinas de Gortari y ejecutivos de Televisa y muchas manos más que peinan el copete. Venden el producto. Posicionan la marca.

Enrique Peña Nieto, emulando a diario la estrategia salinista basada en la inauguración de grandes obras y el cumplimiento de pequeños compromisos. Promocionando a diario la lista de libramientos construidos, tractores regalados, apoyos económicos entregados.

Ejemplo de lo que Octavio Paz llamó el "Ogro Filantrópico"; ese Estado que no construye ciudadanos, sino perpetúa clientelas. Millones de mexicanos educados para vivir con la mano extendida, parados en la cola, esperando la próxima dádiva del próximo político. Como los 9 mil que se aprestaron a celebrar el cumpleaños de Mario Marín hace unos días y los 200 que hicieron cola para abrazarlo. Como aquellos para quienes la corrupción se vale cuando es compartida. Como aquellos que volvieron a votar por el PRI en el Estado de México, a pesar de las marrullerías de Arturo Montiel y las marometas llevadas a cabo por su sucesor para encubrirlo.

Enrique Peña Nieto, actor de un espectáculo continuo, perfectamente producido, escenificado y actuado en la pantalla más grande del País. El candidato de "El Canal de las Estrellas" que hasta novia le consiguió. El candidato que las televisoras hacen suyo y se encargan de edificar. Con promoción política disfrazada de infomercial; con paquetes publicitarios que incluyen la compra de entrevistas en los principales noticieros; con la cobertura de un romance que recibe más atención que la guerra contra el narcotráfico; con el silencio televisivo que se guarda sobre el caso de Atenco o los feminicidios en el Estado de México o cualquier tema controvertido que podría evidenciar las fauces del joven dinosaurio.

Hay un Plan de Trabajo que Televisa ha puesto en marcha y cuyas instrucciones Peña Nieto sigue al pie de la letra: te doy la pantalla desde la cual propulsarte y me das una Presidencia a la medida de mis intereses. Un trueque permanente de favores, dinero, gestión política a cambio de impunidad y promoción mediática.

Como advierte Julio Scherer García, la fórmula Peña Nieto es sencilla: comprar el tiempo en la televisión, corromper y corromper, mentir y mentir, aprender que a los aprendices se les puede y debe aprovechar. Todo para apoyar al joven muñeco, atractivo por su presencia física, a costa de la inteligencia y la pulcritud moral. Todo para que el poder regrese a las manos de la mafia. Todo para que el PRI vuelva a Los Pinos.

lunes, enero 23, 2012

México SA. Otro atraco a la nación Pemex: nuevo modelo , Petróleo, negocio privado

Petróleo, negocio privado

Resulta indignante que nadie ose detener el asalto de que son víctimas la nación y sus habitantes. El saqueo es verdaderamente feroz y acumula tres décadas, pero todo indica que no ha sido suficiente, pues a escasos meses de que se vaya muy lejos –mientras más lejos, mejor– el gobierno calderonista mete el acelerador a fondo (no de forma gratuita, desde luego) para acrecentar aún más los negocios privados con bienes de los mexicanos. Metales preciosos y otros recursos mineros, petróleo, electricidad, gas y los sectores productivos que se queden en el tintero, que no son pocos, han sido descaradamente traspasados a los voraces Forbes mexicanos y a las insaciables trasnacionales. Restan 10 meses y pico de mandato y hay que llenar alforjas.

Entre lo más reciente destaca lo siguiente: Petróleos Mexicanos emitió una nueva y segunda convocatoria para que empresas privadas nacionales y extranjeras realicen la explotación de campos maduros de la región norte, mediante la cesión de las actividades sustantivas de Pemex Exploración y Producción (PEP), el organismo más importante de la petrolera mexicana. Ahora se incluyen seis áreas contractuales, dos marinas (Arenque y Atún) y cuatro terrestres (Altamira, Pánuco, San Andrés y Tierra Blanca), las cuales se ubican en el sur de Tamaulipas y el norte de Veracruz.

Lo anterior es grave, pero falta la mejor parte: “El nuevo modelo de contratos eleva el plazo de las concesiones de 25 a 30 años; Pemex participa sólo con 10 por ciento del proyecto; el riesgo ambiental lo asume la paraestatal. Se incrementa el factor de ajuste de tarifa de 60 a 70 por ciento, lo que implica un pago más alto al contratista. Se aplica un régimen fiscal más flexible que la onerosa carga impositiva que se aplica a Pemex. De esta manera, el precio que pagará Pemex por la extracción de crudo, junto con 70 por ciento del costo de las facturas que presente el contratista, será de alrededor de 20 dólares por barril, que contrasta desfavorablemente con el precio de extracción de Pemex de 5.22 dólares por barril, alertaron expertos de la industria… Se estima que en las seis áreas que se concursará la producción será de alrededor de 100 mil barriles por día en los próximos tres o cuatro años (La Jornada, Israel Rodríguez)”.

¿Qué tipo de negocios organiza, promueve y autoriza el depredador gobierno calderonista para los voraces Forbes y las insaciables trasnacionales? Pues aquellos totalmente contrarios a la nación y a los intereses de los mexicanos, pero que dejan jugosas ganancias a los participantes (amigos del régimen, desde luego), pues los beneficiarios del nuevo modelo de contratos cobrarán 283 por ciento más de lo que a Pemex le cuesta extraer el mismo barril de crudo, es decir, la paraestatal, con recursos públicos, pagará alrededor de 20 dólares por algo que a la empresa del Estado le cuesta 5.22 dólares si lo hace ella. ¿En qué película de terror se ha visto semejante barbaridad? En el filme México, Sociedad Anónima, estrenado tres décadas atrás, en el que, según se acerca el final, cada escena (léase negocio) resulta más espeluznante y depredadora que la anterior.

Se supone (así lo argumentó el calderonato a la hora de cabildearlo en el Congreso) que el nuevo modelo de contratos de Petróleos Mexicanos no sólo era necesario, sino de urgente aplicación, porque la paraestatal, según dijo, carecía de recursos para extraer crudo de campos maduros. No hay dinero; Pemex no tiene con qué, de allí que sea ineludible la participación del capital privado, repitieron una y otra vez los personeros gubernamentales. Pero resulta que a la hora de implementarlos el gobierno de Calderón está dispuesto a pagar 283 por ciento más de lo que al mismo Pemex le cuesta extraer un barril de crudo.

El costo de extracción del crudo mexicano es uno de los más bajos entre las naciones productoras de petróleo: 5.22 dólares por barril al cierre de 2010. Cuando Calderón se instaló en Los Pinos tal costo era de 4.13 dólares; en 2008 llegó a 6.16 dólares, para reducirlo a 4.85 dólares en 2009 e incrementarlo a 5.22 dólares en 2010. ¿Cuál fue el margen de ganancia por barril, ya descontado el costo de extracción? Ahí va: mil 184 por ciento en 2006; mil 270 por ciento en 2008; mil 83 por ciento en 2009 y mil 285 por ciento en 2010. En 2011 (hasta noviembre) se elevó a mil 728 por ciento. Entonces, margen de ganancia hay, y amplísimo, como para sostener la tesis de que no hay dinero; Pemex no tiene con qué, de ahí que sea ineludible la participación del capital privado.

Ahora que –en el supuesto– si en realidad no hay dinero y Petróleos Mexicanos no tiene con qué, ¿a qué desquiciado funcionario se le ocurrió pagar 283 por ciento más de lo que a la paraestatal le cuesta producir lo mismo y además cargar con el daño ecológico? A ninguno, porque no se trata de pérdida de juicio, sino de jugosos negocios privados con bienes públicos (módica comisión de por medio). Y Calderón y los suyos van por más en estos 10 meses y pico que les restan de estancia en Los Pinos. Entonces, ¿dónde están los siempre activos ciudadanos que masivamente protestan por las mentadas de madre de las ladys de Polanco, la ignorancia supina de Peña Nieto y/ o los impúdicos chistes del Platanito, pero que guardan silencio sepulcral ante el impune atraco a la nación, que no es otro que a los propios mexicanos? Desesperante.

Como dice que no hay dinero, el inquilino de Los Pinos se dio el lujo de vetar un fondo extraordinario (10 mil millones de pesos de recursos públicos) para atemperar los brutales efectos de la sequía en la mitad de la República; no hay dinero para reconstruir las zonas devastadas por huracanes, terremotos e inundaciones; no hay dinero para atemperar la miseria de los rarámuris y evitar las muertes por hambre; no hay dinero para sacar del hoyo a 57 millones de mexicanos pobres. Tampoco para iniciar la construcción de la cuatro veces prometida nueva refinería en Hidalgo o reactivar los 8 mil 500 empleos de Mexicana de Aviación. Nunca hay dinero público para las urgencias nacionales, pero siempre lo hay, rápido y en abundancia, para los negocios privados con bienes públicos.

Las rebanadas del pastel

Y así seguirá mientras no exista una respuesta ciudadana contundente, porque no es ningún secreto que la autoridad en su conjunto forma parte del negocio.

Carlos Fernández-Vega

cfvmexico_sa@hotmail.com